Filtros que distorsionan

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27/9/07

Como actua el mecanismo mediante el cual nuestras ideas toman forma? No tengo ni la menor sospecha. Sin embargo, estoy totalmente convencido que las primeras imagenes que percibimos sobre aquello totalmente nuevo, desconocido, son las que constituyen la principal fuente para crearl esas ideas.

Antes de subir al bus el nerviosismo es mayor que en otras ocasiones. Ahi, sentados, hay un par de tipos con traje y aspecto severo que parecen sospechosos, a mis ojos y debido a mis (pre) ideas. Detras de mi mantienen una larga conversacion dos chicos jovenes, asi como si un run run sin sentido entrara por mis oidos, cuando de pronto capto unas palabras sueltas: barcelona, messi,...otra vez el futbol! Me vuelvo para preguntar el resultado final del partido de ayer y entonces las facciones de Ferdi (nombre que mas tarde conoceria), al averiguar que yo soy de Barcelona, cambian completamente. Una expresion entre sorpresa e ilusion inunda sus facciones. "Creia que nunca conoceria a nadie de Barcelona", es su siguiente frase. En este momento todos mis temores, todas las ideas que las imagenes habian creado en mi mente, se desvanecen.

Pristina es una ciudad balcanica como cualquier otra, con sus diferencias y parecidos. Un lugar donde la gente quiere levantarse cada dia para ir a trabajar, a la universidad o al mercado, e intentan que sus vidas sean lo mas cercano a la normalidad posible, a pesar de la visible presencia de instituciones internacionales que tutelan la region de Kosovo. Es desde un despacho cualquiera, sin embargo, de una ciudad occidental cualquiera, desde donde un gobierno cualquiera por unos intereses muy concretos, ha insertado las imagenes que todos llevamos incrustadas en la mente, de guerra, conflicto, destruccion, miseria, peligro.

Si te limitas a decidir lo que es cierto y lo que no lo es mediante lo que otros ojos ven y juzgan lo cierto que aquello que ven es, y no lo que tus ojos creen ver, nunca vas a saber lo que realmente es, ya que lo es realmente real es aquello que uno ve, y no lo que otros nos dicen que ven.

Yo veo y he visto, algo. Muy poco, seguro. Pero aun asi, vi una sonrisa en un rostro por ser yo de donde soy, y seguro que veran una en el mio si algun dia alguien me dice que es de aqui, ya que ahora mi idea de este lugar me la proporciona la imagen de un rostro sonriente y no la de un ninyo llorando, aunque lloren.

Pristina, Kosovo, 27/09/07

No digas que no me ves

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24/9/07

No dejan de sorprenderme las lecciones de las experiencias, ni lo inesperado de lo planeado. En todo ello, la voluntad de vivir algo nuevo permite sin embargo constatar lo que ya tenemos, averiguar lo que realmente tenemos. Asi, desde lo mas recondito de la existencia individual, en lo mas profundo del viaje personal, te llegan senales de los que se paran y se preguntan donde has llegado. Te lanzan cabos los que quieren atarte a tu realidad, los que necesitan que estes en ella.

No me siento mas ni menos solo por escuchar tu silencio. Tampoco me impresiona que te intereses por ti, y no realmente por mi. Todos lo hacemos, por eso voy solo. Sin embargo, se que de camino a ninguna parte aquello te recuerda a mi, entonces me escribes, en tu mente, te preguntas aqui estare. Pero porque no me escribes? Que es lo que deseas de mi cuando piensas en mi?

Por eso el viaje a lo desconocido no solo esta aqui, conmigo. Tambien esta alli, donde tu estas, donde tu silencio habita, donde tu respuesta levita. Ya se que vas a decir, mas no necesito oir. Nacemos y volvemos a nacer, eso nos hace crecer. Por todo ello no necesito que digas, porque yo todo lo veo, todo lo siento. Aunque te siga queriendo, prefiero leerte, que me preguntes o simplemente me digas que me estas viendo.

Desde aqui yo todo lo veo, todo lo siento.


Tirana, Albania, creo.

Corre por tus venas

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15/9/07

Transcribo literalmente de mi cuaderno:

05:19 de la manyana, estacion de tren de Timisoara, Rumania.

Ahora es el momento de hacerlo. Mientras aguardo el ultimo de los trenes que va a llevarme a mi destino final por el momento, Belgrado, puedo ocuparme de escribir, esta vez no solo para mi, desde un banco pintado de azul, en el anden numero siete de la estacion de ferrocarriles de Timisoara, en el oeste de Rumania. Alguien arrastra una maleta por mis espaldas, la noche es tranquila, hay poca gente en la estacion. En frente, las malas hierbas cubren vias ya en deshuso. En eso que se me ocurre que quiza a los oidos de muchos, incluso a los mios hace solo un par de meses, el nombre de la ciudad puede resultarle recondito. A pesar de ello, aqui fue precisamente donde tuvo lugar el levantamiento popular que luego se propagaria por todo el pais y, revolucionado, llevaria a la captura, proceso, condena y ejecucion de Ceaucescu,...asi que tras lo adormilado que parece todo y las tristes existencias que muchos ahi presentes parecen llevar, en ese lugar debe de haber vida!

De todos modos, la estacion tiene un aspecto decrepito; varios perros se acurrucan en la entrada principal, aguardando restos de comida. Junto a ellos, tambien hay algunos personajes que no me atrevo a pronosticar que es lo que esperan, o lo que hacen, vagando sin rumbo, como si sus vidas, perdidas, tuvieran que estar escondidas en algun rincon. Pasajeros que llegan y se van, no muchos, a pesar de los mas de trescientos mil habitantes de la ciudad. El olor a orin es a veces intenso, mas cuando uno quiere acceder a los andendes por el paso subterraneo. Pero no insoportable. Y en cambio yo, mientras una vieja locomotora diesel rompe el silencio con su traqueteo, y a pesar de todo lo mencionado, los escalofrios que me sacuden el frio, las horas en vela entre tren y tren, asiento y asiento y el dolor de espalda, es ahora mas que nunca cuando pienso: joder! estoy vivo! estoy mas vivo que nunca!


Si os dan papel pautado, escribid por el otro lado.

Juan Ramón Jiménez

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