Raskolnikov suicida

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11/10/05

Raskolnikov suicida
Mucho me temo que lo que uno desea fervientemente siempre parece encontrarse a una larga distancia de uno mismo. Lo que más cerca tenemos es lo que menos anhelamos, y por lo que más tiempo perdemos no es por lo que realmente queremos, mas bien lo desechamos para inutilizarlo, lo banalizamos. De ese modo, evitamos afrentar nuestros deseos mas profundos, creyendo que nunca podrán realizarse y así evitamos que nos angustien en exceso. Aunque a la vez evadimos y perdemos la opción de acercarnos a ellos y de cumplirlos.
En este sentido, la distancia que vemos que hay entre nuestros deseos y su gozo, es una construcción mental propia; en su materialización intervienen factores de tipo social, intelectual, personal o ambiental. Lo que viene a delimitar ese espacio es lo que nos va a condicionar el intentarlo o no, y ojo, solo digo intentarlo. Pero es ese espacio delimitado, que siempre vamos a utilizar del mismo modo en nuestra mundana existencia, el que va a definirnos como a promotores de anhelos, y es el que nos va a definir cuan lejos esta aquel objetivo y si el mismo esta avistable o inalcanzable.
Dependiendo de la capacidad que tengamos de ver más facilidades o dificultades, más puertas o muros, más opciones o menos, dependiendo de ello, nuestros anhelos van a ser más realizables o lo van a ser menos, ya que nuestro esfuerzo por lograrlo va a ser grande y efectivo o por el contrario no va a ser. Por ello, para hacer de nuestros anhelos algo más alcanzables, algo a lo que podamos aspirar a nuestros ojos, debemos intentar mejorar los condicionantes que nos imprimen “esa distancia”, es decir: sociales, intelectuales, personales y ambientales.
La condición social es difícilmente permutable: todos nacemos con un entorno social definido, que nos condiciona a nosotros mas que no nosotros a él. Así, pensamos y actuamos desde la perspectiva social en la que crecimos y nos hicimos. El entorno físico, por el contrario, si es mutable (podemos cambiar de lugar relativamente sin dificultades) aunque de nuevo nuestro entorno social va a poner impedimentos, mas o menos dependiendo de las características de éste, para que podamos cambiarlo y mejorarlo. Referente a la condición personal, ésta está sujeta en gran parte tanto por el entorno social como por el físico, así que poco podemos hacer desde la perspectiva personal para cambiar algo personal si no se modifica el entorno social o el físico previamente. Por lo tanto, solo nos queda la condición intelectual. Y ahí es donde reside lo fundamental de la cuestión. El intelecto nos ofrece, entre otras ventajas: libertad de acción, de pensamiento, de valoración y de abstracción. Pero debido a los anteriores condicionantes, puede, y de hecho no lo es, que sea insuficiente con el intelecto que poseemos. Por lo tanto, debemos cultivarlo. Debemos crecer intelectualmente para hacernos fuertes psíquica-social y personalmente. Sólo de ese modo lograremos mover, empujar, condicionar a los demás factores hacia el sentido, dirección, ámbito que deseemos.
Por el camino del intelecto cultivado lograremos ver más cerca nuestros objetivos, nuestra distancia a ellos no nos parecerá tan inalcanzable y los retaremos, nos volcaremos a la consecución de los mismos. Ello no significa que logremos todo lo que nos propongamos, más bien significa que tendremos más posibilidades de alcanzar lo que de verdad nos empuja y nos mueve, por el simple hecho de que sentiremos que la distancia que nos separa de ello no es tan “inalcanzable” como creíamos.  

1 reacciones:

  1. Una vez leí (porque no había nada más a mano) una especie de librito de autoayuda en el que intentaban explicar todo esto a base de cuentos y ejemplos. La buena suerte, creo que se llama. Y ha vendido muchísimas copias. La gente se podría ahorrar mucha pasta navegando un poco por internet... jajaja.
    La verdad, siempre he pensado que uno mismo se condiciona para conseguir las cosas, y que si piensas que no lo vas a lograr, no lo logras. Pero no porque ese día cayó un rayo en el Tibet y eso afectó al humor del profesor del que dependía tu aprobado, sino porque tú te has condicionado para ese suspenso. Hum, (atención, se hacerca una desvariación digna de un porrero) a lo mejor todo tiene que ver con llevar la razón. xD Había un monólogo de humor en el que hablaban de lo importante que es llevar la razón para nosotros, que nos da igual quedarnos sin familia y sin amigos con tal de poder decir "¡Pero yo tenía razón!". Obviamente es un poco exagerado, pero es cierto... XD

    Bu, perdona, es que llevo dos días durmiendo muy poco y eso afecta a mis neuronas (ya de por sí escasas) de mala manera. Tot ziens! (XD, no sabía escribirlo, casi pongo totsins...)



Si os dan papel pautado, escribid por el otro lado.

Juan Ramón Jiménez

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