Un día, sin más, la cagas. Sí, fuiste estúpido, y la cagaste. Todo te pasó porqué no fuiste lo suficientemente objetivo como para aceptar tu estupidez. ¿Será que no solemos prevenirnos a nuestra propia estupidez? No vale más mirarte y engañarte, porque la jodiste, y lo sabes. En tu ser más profundo, y a veces no hace falta cavar tanto, eres conciente de ello. Sin más! No intentes algo que ya conoces, no trates de fastidiarte porque las pruebas las tienes. Además, sabes que no funcionaría, así que…engulle tu vanidad y tu orgullo y acepta de una vez tu estupidez.
Nosotros, todos nosotros usamos distintos métodos para evitarnos caer en nuestra propia estupidez, el que no lo hace, porque se cree más listo que incluso él mismo, cae. ¿Acaso no escribimos aquello que debemos de hacer? Vale, quizá una agenda es un poco drástico; puede haber gente con muchas tareas a la que ni se le plantee no anotar nada, pero también es cierto que cierto tipo de gente no se anota nada “porque ya me voy a acordar”. Muchos olvidan. Entonces: ¿por qué no anotar? ¿Por pereza? Quizá. ¿Por soberbia? puede. ¿Por sobrestimación? Seguro. ¿Acaso uno no va a recordar lo qué le acaban de decir? Si tu eres de l@s que piensan que no, y que por eso te lo vas a anotar, tu aceptas tu estupidez. Aunque puede que siempre te acuerdes, un día no lo harás, y la cagarás. Acordarte de mirar la agenda es algo metódico, y es más fácil repetir que memorizar. Lo veis como no somos tan listos. Que nadie se tome a pecho lo de la agenda, yo mismo no tengo, aunque me anoto cosas…
Rutina y inteligencia son términos que no van precisamente juntos, ya que la rutina implica la sucesión continua de una misma cosa o acción, y es más instintivo, animal. Y la inteligencia, en cambio, viene precedida de un aprendizaje, que puede ser metódico, pero que no es de una misma cosa. Por eso se nos olvidan las cosas, porqué no son instintos primarios. La inteligencia la tenemos de hace muy poco tiempo, por eso falla, y la cagamos. Es como poner un vaso en el suelo, si lo pones, seguro que te olvidas que está ahí, y lo tiras. Si en cambio lo pones ahí cada día, aprenderás donde está situado y difícilmente lo volverás a tirar. No porqué seas un lumbreras, precisamente. Por otro lado, si no solemos poner el vaso en el suelo porqué sabemos que lo podemos tirar…estamos previniendo nuestra estupidez, porque somos conscientes de que nos podemos olvidar de que está ahí y tirarlo.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Si os dan papel pautado, escribid por el otro lado.
Juan Ramón Jiménez
Real, dolorosamente real, esto de aceptar que somos estúpidos... XD
Siltha
19:52