En algunos momentos la obsesión con respecto a temas, quizá sin más importancia que su capricho temporal, conducen a Rogelio a la saturación, la parálisis provocada por venenos de serpientes superfluas aunque malignas, rescatado solo por el aburrimiento de estáticos estados, indígenas fuerzas que desvelan: punzan el espíritu y te obligan- Desviado por sencillas fragancias: objetivos comunes, comodidades innecesarias en satisfactorios lugares (¿realmente lo necesitas?)- La incógnita del progreso permanente ¿se da o se interfiere o contamina? Lo sabes y reaccionas y abandondas la nada, improducto individual además de implosivo, enemiga del crecimiento, genial artífice de la pasividad que millones de catódicos tubos y tricolores leds esparcen, cual interiorizada pandemia. Y hablas de la eternidad y del beneficio de la lluvia ácida en las centrales nucleares que apagan sus motores y silencian los aspersores de energía que consumen los mismos que desprecian,...Y tu cabeza sigue contaminada: no creas que las grises alarmas de sucias cárceles que te gritan y arrancan los dientes (en sueños y así creces y rompes etapas dicen) y padres y madres que quieres y despiertas arreglas te olvidan, o los láseres de catódicos científicos que lees amantes de la nada y el espectáculo en vacunas conocidas laboratorios del mal, los mismos de las centrales que producen las ácidas reacciones de grises alarmas en despiadados cielos y tu mente en temas banales, apartando la cálida mirada de una mujer que vio en ti lo que de cierto hay.
No puedes estar siempre hablando de la eternidad - Estupideces cotidianas absorven tu Tiempo, así como decisiones que jamás pronunciarás, luces amarillas que resoplan inconexas y diáfanas palabras - Criterio que te importa y no tonterias de páginas desechables y televisión basura. Suerte que el calor te echa a la calle. ¡Qué suerte que te rodeas (también) de criterio y ambición! De suerte de amigos que nuevos y antiguos crecen palindromos, de un lado y del otro, contigo.
No puedes estar siempre hablando de la eternidad - Estupideces cotidianas absorven tu Tiempo, así como decisiones que jamás pronunciarás, luces amarillas que resoplan inconexas y diáfanas palabras - Criterio que te importa y no tonterias de páginas desechables y televisión basura. Suerte que el calor te echa a la calle. ¡Qué suerte que te rodeas (también) de criterio y ambición! De suerte de amigos que nuevos y antiguos crecen palindromos, de un lado y del otro, contigo.
palindromos?
opi?
caos calmo, no???
potser m'equivoco, potser no...no puc evitar relacionar tot allò que veig, llegeixo, succeeix,...
bon voyage!
;)
jana
22:34